AMIGAS PARA SIEMPRE
Elisa y Gisela eran dos chicas, ambas de 15 años e íntimas amigas. Desde la más tierna infancia. Vivían
en el mismo pueblo, estudiaban en el mismo colegio, iban a la misma clase... en
fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían caracteres muy diferentes. Elisa
era alegre y extrovertida, mientras que Gisela era muy tímida y callada
Cierto día, Gisela le propuso a Elisa:
— ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre?
— ¿Qué?— respondió Elisa.
— Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos
que la que muera antes de nosotras
dos, irá a avisar a la otra—. Añadió
Gisela.
— Qué tontería, Gisela, nosotras siempre estaremos
juntas.
Ante la
insistencia de Gisela, y entre asombrada y divertida, Elisa al final aceptó la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una
navaja en el dedo índice de la mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de
unas velas.
Pasaron los años. Elisa había terminado sus estudios de derecho,
tenía un buen trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos.
Hacía mucho que no veía a Gisela, la amiga de su juventud, aunque a veces se
acordaba de ella cuando se veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la
vida les había llevado por caminos distintos y no habían vuelto a verse desde
que acabaron el colegio
Una noche, Elisa tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo,
cuando de repente un camión invadía su carril y chocaba con su coche. Se
despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la
casa. Eran las tres de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente
a su lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia.
Maldiciendo por lo bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas,
Elisa se levantó y fue a abrir la
puerta. Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió
la boca, totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció
enseguida. Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida
sangrante en la cabeza, estaba su antigua amiga Gisela
— ¡Por Dios, Gisela! ¿Qué te
ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida.
— ¡Cuánto tiempo sin
vernos!— Gisela no se movió de donde
estaba.
— He venido a cumplir mi
promesa, Elisa, he muerto y vengo a decírtelo.
—Elisa se quedó sin habla.
— Ya que la vida nos ha
separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaré Esperando—... dijo
Gisela— levantando el dedo índice. Acto
seguido, desapareció.
Elisa
empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al
mirárselo descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera
vuelto a abrir el corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido
estremecedor y cayó desvanecida al suelo.
Al día siguiente, despertó en su cama y
pensó que todo había sido un mal sueño. Encendió el televisor para desayunar, y
lo que vio la dejó helada: la noche anterior, a las 3 de la madrugada, había
habido un accidente de tráfico: un camión había chocado con un coche, y la
conductora del mismo había fallecido en el acto.
A partir de aquel día, su vida se
convirtió en un auténtico infierno. No comía, se olvidaba de recoger a su hijo
en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las noches tenía el mismo
sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a Gisela levantando
el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual siempre
se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre. Su marido
no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna
explicación, y finalmente internaron a Elisa
en un psiquiátrico. Allí no hizo
sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Gisela junto a su cama. Una noche, un celador del
psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos que provenía de la
habitación de Elisa al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota,
se asomó y vio a Elisa tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre.
Tenía una gran herida en la cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien
Había escrito con su sangre:
“AMIGAS PARA SIEMPRE”
BIOGRAFÍA
DE LA AUTORA
EVELYN VERUZCA
RODRÍGUEZ, nació el 17 de abril de 1994 en la ciudad de
David, en el Hospital José Domingo de Obaldía.
Reside en el distrito de Remedios, provincia de Chiriquí.
Cursó estudios primarios en La Escuela Antonio Anguizola. Su Primer Ciclo en el
C.E.B.G. Arturo Daniel Motta, distrito de Remedios.
Actualmente, cursa el duodécimo grado, Bachiller en
Ciencias, en el prestigioso plantel
Colegio Secundario Las Lajas.
Es hija de Evelyn Denisse de Rodríguez y Luis Alfonso
Rodríguez Gálvez.
Sus pasatiempos son: Escuchar música, leer novelas,
hablar por teléfono, escribir y componer canciones.
Le gustaría ser una excelente doctora para salvar vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario